domingo, 12 de noviembre de 2017

Corredores que no corren

Mar del Plata es un lugar único para entrenar. No hay dudas de eso. Tiene un entorno maravilloso. Una mezcla irresistible de playa con sectores donde la sierra termina sumergiéndose en la costa, dando un paisaje diferente y con todos los condimentos para correr. En sus más de 20 kilómetros de extensión, se puede hacer loma, aren
a, escalera y hasta pasadas de velocidad. Todo en un mismo escenario. Y como si fuera poco, a solo 15 km de la ciudad, se encuentra la “Laguna de los Padres”, un lugar con un microclima y desniveles en el terreno que forman un escenario paradisiaco, producto del espejo de agua, una gran zona arbolada y su cercanía con la “Sierra de los Padres”.
O sea que si se quiere variar el entrenamiento, la ciudad ofrece un abanico de posibilidades que difícilmente encontremos en otro lugar.
En una nota publicada en el diario “La Nación”, se la ubica como un lugar de privilegio incluso a nivel mundial. Leer acá…
El porcentaje de gente corriendo en relación a la población es muy alto. A toda hora se ven corredores entrenando. Inclusive hay muchos grupos de running y algunos son pioneros en la actividad en todo el país. Mar del Plata siempre tiene presencia en las principales carreras, y hay corredores elite desde hace muchos años.
Pero este gran escenario natural conspira con las competencias. Los atletas prefieren entrenar en grupo antes de participar en las carreras.
Las competencias tienen pocos participantes. En los últimos años, las carreras callejeras han quedado reducidas a un puñado en el calendario local. No hay un único motivo para que esto suceda, los altos costos organizativos, el absoluto desinterés de las autoridades municipales para fomentar el atletismo poniendo todas las trabas posibles, la falta de circuitos distintos y el poco interés de los organizadores en invertir conspiran para ello.
Entonces la mayoría de los atletas opta por entrenar antes de competir.
Los entrenadores y responsables de los grupos, generan entrenamientos para sus corredores y no los alientan a participar. Tener una gran cantidad de corredores es un negocio lucrativo en la mayoría de los casos, y generalmente se busca complacer al cliente antes de perderlo. No se los puede culpar, cada cual atiende su negocio.
Por supuesto que hay excepciones.
Pero el resultado final de no competir va en contra de la esencia del atletismo. Se entrena para mejorar. En ese camino de superación, hay que competir. No hay otra verdad.
Los que solamente entrenan, no mejoran. La competencia es imprescindible si se quiere progresar.
Ojala haya un cambio de mentalidad y actitud en los próximos años, es la única manera de seguir siendo la capital del atletismo argentino.

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