Hoy, pasadas ya las primeras emociones y nervios lógicos de tremenda responsabilidad, puedo decir con orgullo que estamos más que conformes con lo conseguido.
Nuestras expectativas eran altas, queríamos mejorar la organización del año anterior y sumar a nuestros alumnos a la carrera.
Participaron más 120 alumnos en 3 distancias de acuerdo a su edad antes de la prueba principal y más de 40 corrieron las pruebas oficiales. Las familias acompañaron a sus chicos dando un marco distinto a una prueba atlética. Esto no hubiera sido posible sin la colaboración absoluta y desinteresada de los profesores de educación física de la institución, coordinados por el Prof. Dante Rodríguez. Ellos incentivaron a los chicos a participar y asumieron la responsabilidad de acompañarlos, clasificarlos y premiarlos. Mi agradecimiento hacia todos los que hicieron posible esta integración.
Con respecto a la prueba principal, corrieron entre las 2 distancias certificadas más de 320 competidores. Ellos fueron la principal atracción de este evento. Pero para que esto sucediera, hubo una planificación previa que incluyó tramites municipales, contratación y alquiler de arcos de largada, carpas, locución, hidratación (durante la prueba y en la llegada), cronometraje electrónico, ambulancia y seguro para todos los participantes.
La difusión fue amplia y diversa. A la página oficial de la competencia, se le agregó la de facebook y la de twitter. Se contrató una cobertura fotográfica antes, durante y después de la prueba para que todos los que dijeron presente en el lugar tuvieran un recuerdo grafico.
Se hizo una amplia campaña en los medios y hubo un trabajo de hormiga invitando a los gimnasios y grupos de entrenamiento en forma personal.
Se invitó a empresas de la ciudad a colaborar con el espíritu solidario de la prueba, logrando que varias de ellas apoyaran nuestra iniciativa. Gracias por haber creído en nosotros.
Todo este trabajo organizativo hubiera sido imposible de realizar sin el equipo administrativo y directivo del Colegio FASTA San Vicente de Paúl, que coordinó todos los trámites y se puso a disposición para lo que fuese necesario. Mi abrazo fraterno para cada uno de ellos por todo el apoyo desinteresado.
Gracias también a los atletas que participaron de esa competencia. En definitiva todo nuestro esfuerzo siempre los tuvo a ellos como principales destinatarios. Sintetizo nuestros sentimientos en la distinción entregada a nuestro medallista panamericano y ganador de la prueba, Mariano Mastromarino. Nuestra admiración por su espíritu de superación y humildad.
Y por último, gracias a Dios y a nuestra Santísima Madre María por predisponer nuestros corazones para enfrentar tremendo desafío. Tengo la absoluta convicción de que estos esfuerzos en bien de la comunidad son una verdadera prueba de carácter y nos ayudan a ser mejores personas.
Agradezco infinitamente haber confiado en mí para dirigir esta prueba atlética. Les aseguro que soy siempre el primero en hacer autocrítica y reconocer que falta mucho para que todo sea perfecto, pero también sé que puse lo mejor de mí en este proyecto.
Gracias de corazón a todos los que de una manera u otra fueron parte de este evento solidario.
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