Lamentablemente coincidió la fecha con los 15 km de aventura que organiza José Mutti en la Laguna de los Padres, que tiene concurrencia masiva, cerca de 1200 corredores, por lo que hubo pocos corredores en Miramar. Y es una verdadera lástima.
Siempre digo que si los corredores marplatenses corrieran algunas de las fechas de las tantas que se organizan en la ciudad vecina, cambiarían su forma de ver el atletismo.
Porque en estas carreras se respira el verdadero sentido amateur del atletismo de calle. Las cosas se hacen a pulmón realmente. La gente hace sorteos de donaciones, entrega premios en categoría a todo el mundo. Hay pruebas complementarias para chicos.
Realmente es una experiencia que hay que vivir. Muy lejos de lo que es una carrera con presupuesto y promoción, como lo es la del circuito “Open Sport”. Las cuales no desmerezco, solo digo que son cosas diametralmente opuestas.
De hecho, reconozco desde hace rato los méritos del circuito organizado por Mutti, y participo de las fechas cada vez que mi estado físico me lo permite.
Pero lo de Miramar es algo aparte. Ojala algún día tenga el entorno que se merece.
Por mi parte, después de la lesión que me obligo a desistir correr la media Nike en capital y la maratón de Rosario, carreras que estaba inscripto, no pensaba volver a correr en tan corto plazo.
Pero el viernes, tuve un buen entrenamiento, con buenas sensaciones y principalmente sin ningún dolor posterior, por lo cuando mi hijo me propuso viajar a Miramar el sábado, decidí probar en que estado me encontraba.
Y no me fue tan mal. Corrí cerca de mis mejores marcas en 10k en los últimos años, lo cual no es algo menor. Tengo una ambición modesta, correr una carrera antes de fin de año por debajo de los 40 minutos, y este tipo de aprontes me acercan a mi objetivo.
A veces me siento patético pensando que este es el tiempo que puedo aspirar a realizar a esta altura de mi vida, pero siento también que hago todo el esfuerzo posible por lograrlo y esto me conforma por ahora.
En resumen 41.40 para los 10 km (según mi gps), 1º en la categoría de 55/59 y puesto 19º en la general.
Un plus extra fue haber competido con mi hijo menor, que finalizó 5º en la general. Nadie puede imaginar el orgullo que se siente estar en la largada de una carrera con un hijo. Uno siente que alguien de su sangre comparte la pasión por correr, que en mi caso ya lleva más de 30 años, y que ojala se transmita de generación en generación. No se me ocurre herencia más sana. Doy gracias a Dios por esta gracia. En la foto junto con él.
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