martes, 8 de abril de 2014

Sobre las carreras de aventura

Que difícil es catalogar una carrera de aventura dentro de las variadas alternativas que ofrece el pedestrismo hoy en día.
Hay muchas opiniones encontradas de si debe ser considerada una especialidad atlética y por ende tener un lugar en el calendario, con clasificaciones, puntajes y competencias donde poder evaluar desempeños.
No hay que olvidar que dentro de un formato si se quiere parecido, existen desde hace ya mucho tiempo los campeonatos de cross-country, con competencias donde cada federación proclama sus campeones y representantes.
Claro que las carreras de aventura son muy distintas. Y evidentemente tienen mucha convocatoria. Basta con mirar las clasificaciones para ver que muchos corredores se sienten a gusto con este formato.
Pero me parece que todavía estamos lejos de lo que debería ser. Hoy por hoy, son solamente un negocio formidable para los que las organizan. Los altos costos de las inscripciones y la falta de un reglamento que regule como mínimo algunas pautas esenciales de seguridad, da vía libre para que cualquiera con un poco de iniciativa y sentido de la oportunidad se convierta en organizador.
¿Quién es capaz de poner un límite a esto?
Evidentemente están faltando proyectos a través de la Secretaria de Deportes a nivel nacional como para que haya por lo menos un criterio unificado.
Por otro lado a las Asociaciones de Atletismo locales, no se les pide siquiera autorización para realizarlas, ni hablar de aportar algún dinero de la inscripción. Con un mínimo de obligación de aporte, se podría subsanar por lo menos en parte los graves problemas de dinero que tienen las mismas. No olvidemos que el atletismo es un deporte totalmente amateur y el tener representantes en los escenarios nacionales e internacionales implica grandes costos.
Haciendo una mirada al futuro pienso que se podría mejorar el formato de este tipo de actividad, controlando que se realicen en escenarios adecuados, con un mínimo de seguridad para los que compiten. Que haya obligación de contar con ambulancias y vehículos todo terreno para facilitar el traslado de algún accidentado, algo bastante común para este tipo de carreras. Que las fechas no se superpongan con las actividades atléticas importantes de cada federación y que este garantizado un mínimo de sensatez en los circuitos, pensando en la integridad del corredor.
Así se evitarían accidentes y se podría pensar en un calendario a nivel nacional que genere genuinos representantes en competencias similares internacionales.
Creo que es la única manera de que deje de ser una moda u oportunismo de de unos pocos, para convertirse en una verdadera especialidad atlética.
Depende de nosotros, los corredores que participamos en esta modalidad, hacer valer nuestros derechos y exigir lo que corresponde para garantizar nuestra propia seguridad, pues para ello pagamos un alto costo de inscripción.
Queda abierto el debate para mejorar o limitar la actividad…insisto...depende de los que participamos.

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