martes, 30 de abril de 2013

1/2 maratón New Balance en Palermo

Cuantas sensaciones encontradas en esta nueva carrera. Finalmente participe de los 21km de New Balance en los bosques de Palermo este domingo…y no me fue fácil, juro que no.
En este regreso al entrenamiento, tenía algunos proyectos en carpeta, y volver a correr en el asfalto era uno de ellos. Ya he contado que tengo miedo de las superficies duras, son muchos años encima, varios kilos de más y un rosario de lesiones superadas a duras penas, lo que siempre me hacen dudar de intentar un máximo esfuerzo en la calle. Por experiencia se que no es fácil, como decía al principio. El asfalto machaca sin piedad.
Sinceramente me motivo el tema de viajar un grupo en micro alquilado con la idea de llegar sobre la hora de la carrera y volver apenas finalizada la prueba. Me hacia recordar a mis épocas de juventud, cuándo viajábamos para representar a nuestra ciudad en distintas pruebas.
Pero cuando ya tenía todo organizado, y empezaba a sentirme bien en los entrenamientos, pagué caro el error de probarme haciendo unos kilómetros en la sierra un par de semanas antes. Resultado: una inflamación del tendón de Aquiles que no me dejo en paz la semana previa. Tuve que dejar de lado la intensidad, para no agravar la inflamación, y varios días corrí rengueando, lo que lógicamente sentí en competencia.
De la carrera y la organización no puedo más que elogiarla. Se que no es fácil hacer que 5000 almas participen ordenadamente de un evento y se vayan conformes. Hay mucho trabajo atrás de esto, y solo tengo palabras de agradecimiento para los responsables.
Claro que atrás de cada uno de los que participaron, hay una historia de vida y para muchos se trato sin dudas de una experiencia que seguramente recordaran durante mucho tiempo.
No pintaba bien el clima la noche previa. Llovía fuerte, y el fantasma de las inundaciones en Capital, en algún momento nos hizo temer una suspensión. Nosotros salimos de Mar del Plata a la medianoche, y a eso de las tres diluviaba en la ruta. Pero para ser sincero, creo que la ansiedad por la carrera que vivían mis compañeros, nos hizo olvidar de los malos presagios y nos enfoco solo en la competencia.
Yo sabía que iba a poder dormir poco y nada en el viaje, (los años vienen con ñañas incluidas), y así fue, apenas dormite una horita. Pero no puedo decir que la falta de sueña me hubiese perjudicado, a mi edad ya duermo poco y no me afecta el insomnio.
La carrera se largaba a las 7,30hs. El micro se estaciono a no mas de 200 metros del arco, lo que nos permitió entrar en calor y dejar la ropa extra sobre la hora. Unos 15 minutos antes no fuimos acercando a arco. Para mi sorpresa, se respeto el tiempo que los corredores habían dado como posible en la inscripción, y que se identificaba con una pulserita de distintos colores que permitían ubicarse en la fila de acuerdo a sus tiempos en carrera. Yo me había anotado entre los que corrían en 1:20 a 1:30 y la verdad, se respeto la entrada de los atletas de acuerdo a su nivel. El grupo adelante del nuestro era el de la elite, así que con seguridad estaba entre entre los 100 primeros, lo que se puede considerar una gloria entre mas de 5000 almas.
El locutor arengaba a la multitud y la música de fondo era de los Rollings, así que por mi parte mas no podía pedir. Con el fondo de “satisfacción”, se hizo un conteo regresivo de los últimos 10 segundos y bajo una garúa incesante y una temperatura cercana al los 17º, se largo esta verdadera fiesta.
Yo salí con el ritmo que pienso que puedo correr, alrededor de 4:10 el kilómetro, y tuve la intención de hacer el máximo esfuerzo para mantenerme en esos parciales. Poco me duro la alegría. Ya a la altura del kilómetro 3 me di cuenta que no podía ni siquiera correr sin dolor. Ni pensar en mantener un ritmo. El dolor en el tendón me hacia renguear, y comencé a contracturarme el izquiotibial. A los quince minutos de carrera, me olvide de todas mis pretensiones y me dedique a llegar. Ni siquiera puedo decir que disfrute de un entrenamiento fuerte, porque los dolores musculares no me daban tregua, y el recorrido se me hizo interminable. Para los que competimos, no hay nada mas desmoralizador que perder puestos en carrera, por lo que tuve que sobreponerme a que permanentemente hubiera corredores pasándome, juro que esa sensación me dolía mas que la contractura. Tengo que decir que había puestos de agua bien abastecidos, también de bebidas energéticas y con frutas. Una organización impecable y muchísimos voluntarios bien identificados para atender a la multitud. En algunos tramos había conjuntos en vivo que tocaban rock solo para los que pasaban en competencia, algo que se veía como un paisaje surrealista, porque solo se podía escuchar algún pedacito de tema, pero esa música te cargaba de adrenalina para seguir. Por mi parte, y con mis cuitas pase cerca de los 47 minutos los 10 kilómetros, muy lejos de los 42 minutos que tenia previsto, pero a esa altura de la carrera solo pensaba en terminar de cualquier manera. Recuerdo haber pasado por un estacionamiento subterráneo de un supermercado y correr al lado del estadio Monumental de River. Sinceramente pasada la hora de competencia, los dolores eran casi intolerables y tuve que bajar aun más el ritmo para no acalambrarme. En la llegada, te daban una medalla de finisher y una capa de nylon para no enfriarte, algo más que positivo.
Finalmente tarde 1.39:35. Unos 10 minutos arriba de lo que pensaba como tiempo aceptable. Pero no me quede con una mala sensación. Tuve que sobreponerme al dolor, y con todos estos contratiempos pude llegar, lo que no es poco.
Un puesto 555 entre mas 4500 da fe de que hay gente que hubiera estado muy conforme con ese tiempo, por lo que no tengo que ser desagradecido y dar gracias a Dios que a los 55 años todavía estoy haciendo lo que me gusta y sobre todo con una mentalidad positiva como para sobreponerme a los contratiempos y seguir adelante.
Ya estoy inscripto en los 42km de Rosario el 20 de junio, así que la revancha esta a la vuelta de la esquina.
La foto la saco mi amigo y entrenador Leo Malgor en la llegada, al que le agradezco la infinita paciencia para seguir motivando este atleta veterano.

2 comentarios:

Clarisa dijo...

fue mi primera media maratón y mis expectativas eran llegar, sin tener en cuenta el tiempo...yo me emocioné en la largada, aplaudí la buena onda de los conjuntos, grité al pasar por el estacionamiento del super, volvi loca a los fotografos de fotorun para q quedara grabada mi hazaña...y lloré sin parar cuando llegué a la meta. gocé, sufrí una contractura del isquiotibial, alenté a otros a llegar....fui feliz...que lindo es correr!!!!!!
Clarisa

Unknown dijo...

Clarisa: que lindo tu comentario...a veces me olvido de que es una bendición correr y hacer algo que nos gusta...yo también me emocioné y lloré en la llegada de mi 1º maratón, (hace ya más de 25 años)...pero el entusiasmo sigue vigente. A seguir entrenando que lo mejor seguro está por venir...Saludos