lunes, 23 de abril de 2012

Corriendo con amigos que no están...

A lo largo de la vida, uno sufre decepciones y alegrías. No sé hasta que punto hay un equilibrio entre los buenos y los malos momentos. Seguramente los malos, o las decepciones superan a los buenos. La vida es así, una escalera a la que cuesta subir, pero que indefectiblemente va siempre hacia arriba. La mayoría de los hombres son optimistas por naturaleza, y aunque sean menos, seguramente guardaremos en nuestro corazón los buenos momentos, simplemente porque no queremos olvidarlos.
Y es así también el recuerdo de los seres queridos que ya no están. No hace falta la perdida de un pariente cercano o un amigo muy querido, para que uno sienta la ausencia. Más allá de la sensación de saber que no volveremos a verlos, se produce una congoja por el recuerdo del tiempo compartido, algo que inevitablemente no volverá a suceder.
En mi vida de corredor, he compartido entrenamientos con muchos atletas, circunstancialmente o no tanto, hemos hecho kilómetros hablando de nuestras vidas, contando anécdotas o haciéndonos compañía.
Entre estos “compañeros de ruta”, se encuentra José Rando, un atleta que falleció hace ya varios años (2006), y que el mundillo del atletismo marplatense recuerda con mucho cariño. No voy a hacer una reseña de su vida o de los motivos de su fallecimiento. Tampoco es el único atleta que murió en los últimos años en la ciudad, y no tuvimos una amistad que fuera más allá de nuestra vida atlética. Inclusive he perdido amigos mucho más cercanos. Pero su imagen de corredor aun perdura en mí. Y por esas cosas extrañas de la mente, lo evoco cuando hago fondos largos en soledad.
No soy de pensar que los espíritus todavía están entre nosotros, prefiero pensar que están en un lugar mejor gozando de la gloria eterna. Pero sin lugar a dudas, los recuerdos están mientras nosotros los mantengamos vivos, y José, suele acompañarme muchas veces durante varios kilómetros. Dejándome siempre una grata sensación.

Hoy pensaba descansar, pero luego lo pensé mejor y como el sábado por cuestiones laborales va a ser dificil que pueda salir, trote 1 hora suave, pensando en sumar kilometros y no bajar el promedio semanal. En resumen 1:01. unos 12km. Bien.

La foto del día es de una carrera en la vieja pista de atletismo. Jose Rando es el corredor que viene segundo con el Nº 81 y yo soy el que vengo atrás con el nº 077.

2 comentarios:

sonia dijo...

Ufffff!!!!!! Los que corremos fondo, sabemos de que hablas. Tuve la maravillosa suerte de conocer a Jose, compartir viajes, Una persona increible!!! Pero mi compañero de ruta se llamaba Fabian, el del aguante, tan compañero que me dejaba en la puerta de mi casa despues de cada entrenamiento...Fabian nos dejo fisicamente en el año 1995. Jamas de mis recuerdos.

Unknown dijo...

Sonia, que cosa extraña es la cabeza del corredor mientras entrena, a veces querés concentrarte en algo y no podes. Entonces es como que dejas que fluyan los recuerdos...Y los buenos amigos siempre te acompañan...