lunes, 9 de abril de 2007

ANECDOTAS DE CARRERAS

A lo largo de todos estos años, son varias las anécdotas que me han sucedido, algunas graciosas, y otras no tanto, Ahora voy a contar una de ellas, ustedes juzgaran… En el año 1987 yo estaba dedicado de lleno al entrenamiento en la pista, entrenaba para carreras de mediofondo, siendo mi especialidad los 1.500. mts. Ocasionalmente corría alguna carrera de calle, pero no mas 10km. Pues no hacia fondo para ello. Tentado por participar en las "fiestas mayas",(una verdadera fiesta con miles de corredores), fui a correr a Capital federal. La carrera era de 12km, se largaba cerca del estadio de River, por Av. Libertador y terminaba en el club Gimnasia y esgrima de Bs.As. Precisamente se llegaba en su pista de atletismo finalizando con una vuelta a la misma. Hasta ahí todo bien, yo corrí dentro del nivel que tenia en ese entonces y faltando los últimos 2 km, venia ubicado entre los 50 primeros… El ultimo tramo era por la Av. Figueroa Alcorta, hasta entrar a dicho club. Grande fue mi sorpresa cuando vi salir de entre los árboles a un grupo de corredores que con numero de inscripción, se colaban entre los que veníamos corriendo, obviamente corrían solamente los últimos 2 km de la carrera y se clasificaban entre los primeros. De mas esta decir que no tenían pinta de corredores, se ve que practicaban otro deporte y se colaban solo por hacer lo que para ellos seria una gracia. Para después verse en las listas de clasificaciones entre los 100 primeros… Volví a mi ciudad indignado, me sentía estafado, y no había nada que hacer… Un par de semanas mas tarde estando de paseo por la ciudad de Pergamino, de donde es oriunda mi señora, dio la casualidad que se corría una maratón de 10km. Y decidí participar. Como en muchas carreras en ciudades chicas la distancia no estaba certificada, y los 10km se hicieron 15km o mas, yo a la altura de los 11 km ya estaba fundido y aguantaba como podía los últimos kms. La carrera daba una vuelta a la plaza principal y de ahí había que llegar al parque, más o menos 2km donde se terminaba. A la altura de la plaza mi estado era lamentable, y solo parecía arrastrarme hasta la línea de llegada. Entonces cuando doblo la última curva, veo delante mío que sale un gordito con número para correr los últimos kms. De golpe me vinieron las imágenes de las fiestas mayas, y me puse como loco. Decidido a hacer justicia por mano propia, y yo viviendo de atrás a un ritmo mucho mas veloz que el, le pegue un topetazo, y lo hice trastabillar para luego caer de bruces... Satisfecho por haber consumado mi venganza, gire y lo mire para burlarme de su caída, y cuando le miro el rostro me doy cuenta que era un chico con síndrome de down, al cual sus profesores junto con otros los habían largado a correr los últimos tramos de la carrera, cuando pasaron los primeros. No puedo imaginar otro momento peor, me sentía morir, no sabia como pedir perdón. Entonces abochornado, y en el colmo de la vergüenza, comencé a correr a la llegada, no se de donde me salieron fuerzas,(el miedo no es zonzo), y llegue con un remate digno de un campeón. Una vez que llegue, acuse estar descompuesto, me metí en el auto, y no salí hasta pasadas, 2 horas o mas. Como había entrado 5° en la general tuve que salir de mi escondite para recibir el premio. Retire el trofeo y me fui lo mas rápido que pude… Pasaron varios años hasta que le conté a alguien lo que me paso, todavía me dura la vergüenza

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Mirá, no sé ni como llegué a tu blog, pero lo que me hiciste reir con esta anecdota no te puedo explicar... suerte con todo..

Anónimo dijo...

digno de un h de p!!!
jaja!
(yo hubiera hecho lo mismo)

Sonia dijo...

Pobrecito el chico !! pago por los guachis de Las Fiestas Mayas!!!Yo corri muy pocas carreras de calle , pero al leer tu anecdota llego a la conclusion QUE SOLO LOS VERDADEROS ATLETAS cunplen con el objetivo. Los demas son falsos, con ELLOS MISMOS que es peor!!!!