Hidratación en competencia...¿camelbak o cinto porta botellas?

Quería contar mi experiencia sobre la hidratación en las carreras. Últimamente con el auge de las carreras de aventura, es común ver las mochilas hidratantes o camelbak y los cinturones con diversas medidas de botellitas.
Es esencial hidratarse antes y después de una competencia. No hay duda. Sobre este tema no voy a hacer ningún comentario técnico, hay muchísima información en la red brindada por profesionales, tanto médicos especialistas como entrenadores.
Por mi parte tengo bien en claro que es así.
Ahora…si es de hidratarse durante la carrera…creo que hay algo que decir. Evidentemente se debe considerar la distancia a competir y el clima. Con una temperatura mayor a los 25º es importante tomar algo de agua durante el trayecto, eso sí corremos durante más de 50 minutos con un nivel de exigencia considerable. Se supone que hablamos de por lo menos unos 10 km. Si la distancia es menor, de acuerdo a mi experiencia de más de 20 años compitiendo, y en la opinión de la mayoría de los atletas que conozco, es casi innecesario y supone una molestia grande cargar con la hidratación.
Inclusive, lo de tomar agua en una carrera de 10 km es más un tema de sugestión que de efectividad. Haga la temperatura que haga. Sí hay que tomar agua antes y después de la carrera.
En carreras de más de 30 km, hay que beber agua durante el trayecto, y si es posible, tomar algún gel, comer alguna barra energética o fruta. Pero en distancias menores no. Hoy por hoy, no hay ninguna competencia tanto de aventura o calle donde no haya por lo menos 1 puesto de hidratación, y con eso debería bastar.
Las mochilas, por más chicas y anatómicas que sean, son incomodas. Vienen de varias medidas, pero para que sean efectivas, hay que cargar más o menos ¾ parte de líquido, lo que supone un peso extra considerable. Por más que se ajuste bien, la mayoría tienen correas muy bien pensadas, igual se mueven, y si hace mucho calor se pegan a la espalda, ocasionando una molestia grande. He corrido varias carreras con el camelbak cuando era obligatorio hacerlo, y nunca tuve buenas experiencias.
Veo mucho más prácticos los cinturones porta botellas, los cuales divididos en caramañolas plásticas de ¼ litro, vienen hasta de 5 unidades. No hay que ser muy sagaz para darse cuenta que a medida que llevamos más botellas, el lastre es mayor y por ende más incomodo.
A mí me dio resultado el cinturón con 2 botellitas, las cuales ubico en la parte de adelante, sobre la zona abdominal. En ese lugar no siento el roce, algo normal cuando están cargadas, y me es más fácil agarrarlas para beber el líquido. Las que yo tengo ajustan con un elástico, pero lo ideal sería algún material más técnico, tipo neoprene.
Insisto en este tema, si sabemos que hay abastecimiento provisto por los organizadores de la competencia cada determinada cantidad de kilómetros, cargando nosotros la hidratación solo lograremos llevar un peso extra que nos hará perder segundos en la clasificación final.
En cuanto a mi entrenamiento semanal, me había propuesto hacer 85 km en la semana con un día de descanso, y lo he logrado. Como contrapartida, me siento bastante cansado, el entrenamiento de ayer me resulto difícil. Mi intensión es no descansar durante esta semana, para poder hacerlo el sábado y competir en los “10 km de campo” que se organizan en Nicanor Otamendi.
Las fotos son de la mochila hidratante y del cinturón pota botellitas.