jueves, 3 de mayo de 2012

¿competir contra el reloj o contra los rivales?


¿Competir, despierta al guerrero dormido que tenemos adentro? ¿Como explicar la excitación que se siente cuando la carrera está por empezar? ¿Competimos contra nosotros mismos?¿hasta que punto no competimos con los rivales?
En el preciso instante en que nos ponemos el número para correr, pareciera que uno entra en otro mundo. El hecho de acercarse a la línea de partida, y encontrarse rodeado de gente que esta a punto de medirse con nosotros es una experiencia inigualable. La adrenalina que se siente solo la puede explicar aquel que ya la vivió previamente. Por supuesto que todos tenemos distintas expectativas. Pero es una sensación única para cada uno. Inclusive desde mis épocas de corredor de pista, siempre tengo una ropa guardada exclusivamente para ello. Tengo la sensación de que una vez que me las pongo se acabo lo que se daba, que ahora la cosa va en serio. Seguramente debe ser una manía mía. Pero sé de muchos que hacen y sienten lo mismo.
De hecho, más de un novato, motivado por la marea humana que lo rodea, equivoca el ritmo y se “quema” antes de tiempo. ¿a quién no le ha pasado alguna vez por lo menos?.
Yo  tengo experiencia, pues he corrido muchas carreras, pero aun hoy, suelo “prenderme” con quien no debo, y lo termino pagando al final. A diferencia de otros corredores, nunca me arrepiento de haber salido a un ritmo que no puedo sostener. Sinceramente, siempre me siento mejor al final de alguna carrera cuando me “quemé”, a cuando me quede con algún resto.
Bueno, en esto no somos todos iguales, hay corredores a los que no les gusta “sufrir” en las competencias, prefieren ir mas regulados. Yo no puedo, tengo que tener la sensación de que voy al límite todo el tiempo. Desde ya que no siempre las cosas me salen como quiero, mas de una vez legué muy atrás de mi tiempo real solo por haber equivocado el planteo.
Obviamente no se puede correr así carreras largas, cuando se habla de competencias de mas de 20 km hay que correr pensando. Más aún en un maratón, hay que llevar muy bien los parciales de distancia para después llegar con cierta “comodidad”. Inclusive esto no garantiza nada, hay que ver como estamos después del kilómetro 30, que es donde empieza la verdadera carrera. Será por eso que nunca me encuentro a gusto en las maratones, eso de salir controlado y mantener un ritmo, para después llegar a duras penas, me produce una desilusión a la que me cuesta sobreponerme.
Siempre hay una sensación de objetivo difícil superado, pero me gusta mucho mas competir en una distancia intermedia y correr mas exigido.
No todos somos iguales, y por eso también habrá corredores con distintas preferencias.
En cuanto a mi entrenamiento, el martes hice 14 km, con buenas sensaciones, pero como tengo varios dolores de la competencia del domingo, ayer decidí descansar, con la idea de prevenir alguna lesión. Hoy veré como estoy. Sigo con la intención de hacer por lo menos 85 km semanales con un día de descanso. Se puede.
La foto del día es del atleta marplatense Ramiro París, que luego de haber competido muchos años en pista, a incursionado en maratón con buenos resultados. 

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