
8. Para comprender a los atletas.
La soledad del corredor de fondo forma parte del vocabulario de cualquier persona cuando quiere expresar determinado sentimiento. La imagen puede resultar muy plástica, pero realmente sólo la pueden comprender quienes la hayan sentido. Esta soledad no es ni buena ni mala, es consustancial a quien habitualmente corre. Un corredor solitario, al margen de la expresión épica con que se utiliza, es una persona que puede parecer egoísta, introvertida, pero dueña totalmente de sus actos. Si nadie es capaz de hacer lo que él no se va a dejar arrastrar por la mayoría. Hace lo que cree que debe hacer, sin reparar en medios. Un corredor solitario profesional es la expresión máxima del sufrimiento, porque se prepara para llegar a donde nadie es capaz de hacerlo. Es capaz de vencer las dificultades sin que necesite altavoces que jaleen sus proezas. Será en la competición donde saque a relucir todo su trabajo y no siempre con brillantez, aunque le quedará la satisfacción de saber que él ha sido honesto y que no pudo hacer más. Corriendo, sometiéndonos a un plan completo de entrenamiento, podemos comprender el alcance del esfuerzo al que se somete los atletas.
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